Capileira-Balcón de Trevelez

Hay un refrán que dice  “ El hombre propone y Dios dispone”, y se puede aplicar a la salida de este fin de semana,  nuestra intención,  era llegar con coche hasta la barrera de La Hoya del Portillo para desde aquí iniciar el asalto al Mulhacen  o al menos intentarlo, pero no contábamos con la parte adversa de las circunstancias, 

 
había accedido el jueves a la página del Poqueira, en la que se decía que no había nieve hasta muy cerca del refugio, y las predicciones meteorológicas no decían nada de que fuera a cambiar el tiempo,

 pero el propio jueves por la noche cayó una nevada que afectó hasta la altura de Pampaneira , y lo que es peor a la noche siguiente heló  con lo que nos encontramos con la pista que era una autentica pista, pero de patinaje, y ni siquiera con cadenas pudimos acceder a donde teníamos previsto, 

 así que después de perder hora y media intentándolo, no nos quedó mas remedio que decir adiós a nuestros planes y reconvertir nuestro propósito en un paseo por la montaña,

 que ha decir verdad no estuvo tan mal, aparcamos el coche en una pista lateral y iniciamos la subida hacia la hoya del Portillo a través de una pista helada y con siete kilómetros por delante, llegamos al lugar dos horas más tarde,
 

 ,  aquí, nos encontramos, que la senda prevista para ascender había desaparecido por la nieve, seguimos las huellas que dejaron dos colegas que nos precedían, hasta que la senda cruzó un cortafuegos y por el accedimos de nuevo a la pista que sube por Puerto Molina  hacia el Balcón de Trevelez y el Alto del Chorrillo,

 todo este tramo lo hicimos con los crampones puestos debido a las constantes placas de hielo.
 

 Dado que habíamos acordado subir hasta cierta hora, a unos dos kilómetros del Alto decidimos volver, en este punto nos marcaba el GPS once kilómetros y medio de constante subida y pensando en los mismos de vuelta nos dimos por satisfechos e iniciamos el camino de vuelta.

 Ha sido una bonita jornada, con un día esplendido, lástima que no saliera como habíamos previsto.

Tanto Rafa, mi compañero de ruta, como a mí, nos ha parecido una bonita experiencia, a pesar de la desilusión de tener que romper nuestra idea primitiva, pero nos ha servido como primer contacto con la alta montaña este año , habrá otras muchas oportunidades y yo espero poder relatároslas.

¡Saludos amigos y hasta otra!